No, es una palabra corta pero poderosa; la relacionamos muchas veces con un rechazo. Por otro lado también, tendemos a decir siempre si a todos; cuando en realidad preferiríamos decir no, y no lo hacemos por pena o para que no piensen que somos egoístas.

Cuando decidí estudiar para Coach, mi tiempo libre se comenzó a limitar, ya que tengo un trabajo de tiempo completo y que muchas veces se extendió a no tener días de descanso. Comencé con mucha frecuencia a decir NO a casi todo, porque ese tiempo libre era para estudiar, esa era mi prioridad en ese momento. Al principio tuve una sensación de culpa, por negarme a salir con amigos con quienes compartía mucho de mi tiempo libre. Poco a poco fui entendiendo que decirle no a otros, era decirme sí a mi misma, y a sentirme cómoda con mi respuesta. Con el tiempo he aprendido que no tienes que acceder a todo para demostrarle a los demás que son importantes para ti. También me ha tocado estar del otro lado y recibir un no; y les cuento que he trabajado en respetar esa decisión sin sentirme ofendida.

Te invito a que la próxima vez que tengas que dar un NO por respuesta, te sientas tranquila y sin culpa por no acceder a esa petición. Y sí quieres y sientes que vale la pena puedes dar una pequeña explicación de tus motivos.

Gracias por leerme!